La diversidad incluye especies como camote, frijol, pallar, achira, ají, algodón, caihua, calabaza, cañihua, capulí, chirimoyo, cocona, kiwicha, lúcumo, lulo, maíz, mashua, oca, olluco, papa, pepino, pimiento, quinua, rocoto, tarwi, tomate de árbol y yuca entre otros. La búsqueda del éxito comercial debería privilegiar nuestra diversidad genética.
Los agricultores y los ganaderos seleccionan de esta diversidad las características genéticas que les permiten obtener las mejores cosechas y crías. Un dato para nuestros emprendedores. Nuestros productos tienen un gran potencial y pueden contribuir a fortalecer nuestra competitividad.
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