miércoles, 20 de enero de 2016

Caral: Agronegocios de la antigüedad

Hace 5 mil años atrás floreció una de las sociedades más antiguas de América paralela a otras en India, Egipto y China. Caral es cuna de la civilización andina. Con una extensión aproximada de 40 hectáreas y a 180 kilómetros al norte de Lima, ha sido declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Una razón más para sentirnos orgullosos.

Muy aparte del valor arqueológico y turístico que tiene Caral deberíamos analizar su éxito comercial. Sus pobladores tenían una economía mixta, se dedicaban a la agricultura, la ganadería y la pesca. Es decir, sabían del valor de la biodiversidad y todo hace suponer que habrían desarrollado su propio sistema de agronegocios con las limitaciones del caso. De pronto no conocían de conceptos como asociatividad o competitividad, pero tenían ideas de negocio muy claras.

Es cierto, supieron aprovechar las oportunidades de negocio que la biodiversidad les daba. Y debieron haber organizado un inventario de productos por regiones, sobre la base de una amplia diversidad de fauna y flora, de otra manera no se explica el hallazgo de restos del spondylus o mullu, molusco que fue traído por los caralinos desde el actual Ecuador.

El hombre de esa época debió haber sido un emprendedor nato. Organizaron una amplia red de intercambio y practicaron el comercio por reciprocidad. Privilegiaron en la costa los productos marinos, algodón, zapallo, frijol, camote. En la sierra priorizaron el cultivo de cereales andinos como quinua y kiwicha. Y de la selva trajeron plantas como el tutumo y plumas de pájaros. Hay que hacer honor a nuestros antepasados y sus negocios.

COMENTARIOS
Se recomienda analizar minuciosamente el material y comentar sus inquietudes a fin de intercambiar puntos de vista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario