Biocomercio: Negocios del futuro

El biocomercio mezcla las oportunidades de negocio a partir de productos nativos con estrategias de sostenibilidad en un escenario de comercio justo. Y estas ideas de negocio están teniendo cada vez más adeptos y pueden constituirse en los negocios del futuro. Los cereales andinos como la quinua y la kiwicha son el ejemplo perfecto.

Pero, ¿qué hace falta para que el biocomercio se consolide? Primero debemos consolidar nuestras cadenas productivas y para ello tenemos que promover la asociatividad. En un país donde el minifundio aun predomina en diferentes regiones, la falta de tecnología y acceso al sistema financiero son barreras que hay que superar.

La asociatividad permite diseñar estrategias colectivas en un marco de flexibilidad y autonomía. Para que la fórmula funcione los miembros de estas asociaciones deben actuar con solidaridad y responsabilidad. Para los pequeños productores estos temas aun producen desconfianza. Muchas veces les prometieron todo y casi siempre no les dieron nada. Al asociarse los pequeños productores pueden conseguir disminuir costos, aumentar su productividad y así ofrecer una oferta exportable viable.

Hoy es la oportunidad de ganar dinero en negocios con productos naturales, aquellos de los que estamos orgullosos pero a los cuales no generamos el valor que merecen. Productos como la chirimoya, la lúcuma, el sacha inchi, el camu camu, la maca, el yacón, la uña de gato y la tara, hoy desconocidos, mañana negocios de éxito. Aquí otro reto.

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