Las plantas medicinales o curativas se han consolidado en los últimos tiempos como una idea de negocio altamente rentable. Diferentes compañías transnacionales comercializan con singular éxito valeriana, ginko o ginseng por citar algunos ejemplos. No son competencia de la industria farmacéutica, son una alternativa cada vez más demandada.
Las tendencias mundiales indican que en la actualidad los consumidores buscan productos nutracéuticos, aquellos que beneficien su salud, por ello las frutas y hortalizas frescas han alcanzado altos niveles de demanda comercial. Paralelo a ello cada vez hay más personas que quieren aliviar sus dolencias en base a productos naturales y esto se evidencia, por citar un caso, en la demanda de sacha inchi por su riqueza en ácidos grasos omega 3, 6 y 9.
Hoy la estevia, el yacón, el noni, el hercampuri, el jengibre y la sábila pueden unirse en nuestra oferta exportable a la maca, la uña de gato y la sangre de grado. Honor a nuestra biodiversidad. También deberíamos tener en cuenta el achiote, el paico y el matico sólo por mencionar algunas con mayor potencial. Aquí nuestros emprendedores pueden desarrollar oportunidades de negocio en busca del éxito comercial.
Estas oportunidades de negocio requieren de invertir en investigación básica, que podría darse a través de una alianza entre las universidades y el sector empresarial. La medicina popular requiere ser validada para que nuestros productos sean competitivos. Y para diferenciarnos hay que buscar certificaciones que confirmen su calidad. Recordemos siempre que la calidad abre las puertas de nuevos mercados.
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